Hace años yo era bailarina de ballet clásico y moderno. Tuve un accidente brutal en uno de los ensayos, me destrocé la rodilla de una caída desde metro y medio de altitud. Esto me dejó 6 meses sin moverme para nada y completamente dependiente.
Aquí empecé a engordar, nunca he sido una sílfide, he sido de mucho pecho, cadera y muslo desde la pubertad, pero estaba bien y en plena forma. Cuando me quitaron la escayola me dijeron que jamás podría volver a bailar (profesionalmente), esto me hundió, una depresión horrible que duró año y medio y aquí seguí engordando hasta no reconocer mi propio cuerpo... Entre la depresión en sí, los problemas hormonales que desencadenó, la medicación... un horror.
Poco a poco salí de la depresión, pero aún tenía mucho miedo, las palabras de mi médico fueron muy duras, si volvía a hacer deporte me quedaría coja para toda la vida.
Por cambio de residencia cambié de médico y me cambio el chip. Me dijo que claramente mi rodilla no era una rodilla sana, pero que no veía motivo para que no practicase deporte de bajo impacto y... el milagro de una oferta para ir con mis dos compañeras de piso al gimnasio y a un estudio de Yoga de forma ilimitada por 10€ al mes fue la señal que necesitaba.
Las pasadas Navidades mi madre se asustó al verme en 127kg... Ahora estoy en 110 y con esto espero motivarme y seguir adelante.